El padre de Pedro
Sin duda alguna, José Rabal Quiñonero tiene méritos suficientes como para que yo me refiera a él ahora, en estas líneas rápidas pero sentidas, como «el padre de». Pero me vais a perdonar que lo haya hecho así.
Ampliar ArtículoPedro, dales trabajo en el Cielo
Estaban en el Cielo algo aburridos, pero ha venido Pedro y los ha puesto a todos a currar.
Ampliar ArtículoLecturas refrescantes (I)
El verano ya está aquí; este primer verano en semilibertad, después de los dos que nos robó el coronavirus. En estos días de tantísimo calor, lo que pide nos el cuerpo es tumbarse a la orilla del mar, pensando en lo vivido y en lo por venir, o desfallecer en el sofá viendo deslizarse las aspas del ventilador. La mejor compañía es la de la persona amada, pero también está bien acercarse de vez en cuando a un libro. Lo uno no quita lo otro, y qué mejor placer que compartir lecturas, análisis, reflexiones y también alguna risa boba con esa compañera o compañero de vida tras cerrar con melancolía las páginas de un libro que nos ha hecho sentir especialmente vivos.
Ampliar ArtículoMil horas con Miguel
Cada 23 de octubre, desde hace muchos años, celebro el día de San Juan Capistrano. Y os voy a contar por qué.
Ampliar ArtículoLas máscaras desenmascaran
¡Vaya título! Pero estoy seguro de que cuando lo explique me vais a dar la razón. Una de las muchas cosas que hacen célebre a nuestra querida Águilas es el Carnaval, una fiesta que se iguala en jerarquía, y en belleza, y en elegancia, y en pasión, con los de Cádiz y Santa Cruz de Tenerife, pero que por desgracia no es conocido ni la décima parte de sus dos hermanos internacionales, quizás porque no somos capital de provincia o por vaya usted a saber. Muchos carnavaleños no pueden concebir un traje de Carnaval sin una máscara; unos anteojos de lentejuelas, unas gafas de tela, una careta con nariz y bigote, un despliegue de plumas y colores, incluso un maquillaje bien currado. Máscaras que quizás oculten nuestra identidad física, que no llegues a saber quién está debajo del traje, pero que nos ayudan a desarrollar con mayor energía nuestra identidad oculta, quiénes somos, a quiénes nos queremos parecer, cómo somos capaces de comportarnos cuando los demás no saben si somos Pepe, Juan o Juanita.
Ampliar ArtículoEl valor de un vaso de agua
Llevo cerca de veinticinco años ejerciendo el Periodismo, he tratado a muchísimas personas y de todo este extenso y riquísimo patrimonio de momentos, frases y situaciones podría quedarme quizás con una veintena de experiencias. Ayer conocimos la triste noticia de la muerte del Rvdo. Padre D. Luis Díaz Martínez, y hoy os quiero hablar brevemente de él porque le debo un episodio cotidiano, inconsciente, que me ha dejado una huella para siempre.
Ampliar ArtículoPatton: 75 años sin «el viejo sangre y agallas»
Mañana, 9 de diciembre de 2020, se cumplirán 75 años de un hecho inesperado que cerró tristemente un capítulo de la II Guerra Mundial. Tal día como mañana, hace 75 años, el general Patton sufrió un accidente de tráfico que le llevó a la muerte unos días más tarde. Así que, si os parece, vamos a hablar un poco de este auténtico macho alfa, héroe en África, Sicilia, Francia y Alemania, héroe incluso en la frontera de México, una de cuyas fotos de campaña menos conocidas le muestra sonriendo a la cámara en el momento de cruzar el río Rin... orinando con el pene en la mano, demostrándole a Hitler quién era el amo.
Ampliar ArtículoSusana Acebo ha llegado al Cielo
Susana Acebo ha llegado al Cielo. Sabe perfectamente qué le ha pasado; ¿cómo no lo va a saber, después de tantísimos años bregando con su enfermedad, poniendo al mal tiempo buena cara, porque aún no ha nacido dolor capaz de amargarla a ella.
Ampliar ArtículoUnidos saldremos
Cuando a principios del mes de febrero me puse a reescribir una antigua novela sobre la España de después del fin del mundo, no me podía esperar que iba a estar corrigiéndola encerrado en mi casa a causa de una cuarentena mundial por pandemia.
Ampliar ArtículoEl día de San Crispín
Si os digo que el 19 de noviembre fue el día de San Crispín seguro que os encogéis de hombros. No conozco a ningún Crispín; no conozco a nadie que conozca a ningún Crispín, aunque los que ya no cumplimos los cuarenta recordaremos al escudero del Capitán Trueno, el chico avispado que contrastaba con el torpe Goliath...
Ampliar ArtículoLos murcianos en Mauthausen-Gusen
Como ya sabréis, el pasado viernes el Gobierno publicó en el Boletín Oficial del Estado (BOE nº 190, de 9 de agosto de 2019) los nombres de cerca de 4.500 españoles que fueron asesinados en el campo de concentración de Mauthausen y en sus subcampos, entre ellos el de Gusen.
Ampliar ArtículoLidice: crónica de una matanza
Este artículo tiene su origen en la foto que podéis ver. Dos mujeres que se cogen de las manos; es fácil darse cuenta de que son madre e hija. La madre está sonriendo, pero la suya no es una sonrisa franca, no es una carcajada abierta como correspondería a quien acaba de reencontrarse con su hija después de cuatro años; la madre de Maria Dolezalova ya no tiene fuerzas ni siquiera para incorporarse y darle un abrazo a su pequeña, que fue secuestrada por los nazis, porque ha pasado un año desde que la madre fue liberada por los soviéticos del campo de concentración de Ravensbrück acusada del delito de haber vivido en un pueblo de la República Checa llamado Lidice.
Ampliar ArtículoTodos no... todas sí
El asesinato de la profesora zamorana Laura Luelmo, presuntamente a manos de un vecino, ha vuelto a poner de actualidad una situación que por desgracia nunca deja de ser noticia. Hay hombres que están amenazando o asesinando a las mujeres por el mero hecho de serlo. Esto sucede con independencia de la edad de la víctima, de su estatus social, su nivel cultural o la zona geográfica. Lo único que tienen en común es su sexo: a todas las están asesinando porque son mujeres. Y porque hay un hombre –un conocido o un desconocido– que quiere someterlas como sea.
Ampliar ArtículoPasándose con el Pasado
El Jueves Santo de 2007 –fecha lorquina por excelencia– me instalé por razones de trabajo en la Ciudad del Sol, un par de días más tarde conocí y me enamoré de Águilas gracias a mi buen amigo, recientemente fallecido, José Antonio Dorado, y el 11 de julio de 2018, once años y varios meses más tarde, me marché de estas tierras con mis hijos de vuelta a mi pueblo, Sant Joan d'Alacant.
Ampliar ArtículoHuelga de mujeres: dos actitudes masculinas a evitar
Debo confesar que en un primer momento la convocatoria de huelga de mujeres del día 8 de marzo me molestó desde dos puntos de vista.
Ampliar ArtículoTenía que pasar
«Tú ya sabías que podía ocurrirte; alguna vez tenía que pasar». Si ya no cumplís los 30 –o los 40, me temo–, quizás recordéis ese soniquete de un anuncio creo que de Limón KAS. Recuerdo una buena serie de melodías comerciales, la mayoría adaptadas de canciones que ya estaban en el mercado –ahí está, para la propia firma KAS, el Dame Más de Álex de la Nuez–, y ésta en particular me viene como anillo al dedo para acompañar lo que me ha pasado esta Navidad con unos amigos catalanes.
Ampliar ArtículoBarcelona, Maduro y mi rueda de repuesto
Hace más de un mes le prometí a Paco Albarracín un artículo para darle de comer a mi columna en InfoÁguilas, que está más vacía de lo que a mí me habría gustado. Las últimas semanas han sido muy complicadas a todos los niveles, pero finalmente esta tarde he encontrado un minuto para cumplir con mi palabra.
Ampliar ArtículoPongo tildes, quito comas, hago magia
Hace unos cuantos años que me dedico a la corrección profesional de textos, actividad que compagino con el Periodismo y la escritura de ficción y en la que cada vez me encuentro más a gusto. En su día me matriculé en los cursos de un centro de referencia, el Instituto Cálamo & Cran, de Madrid –me debéis una cerveza por la publi si me estáis leyendo– y desde entonces hago correcciones para editoriales, agencias literarias y clientes privados.
Ampliar ArtículoPredicar o dar trigo
Lo que os voy a contar sucedió hace un par de meses. Un pequeño grupo de personas, entre las que yo me encontraba, estábamos paseando por el Barrio de Lorca cuando nos encontramos a un hombre sentado en el suelo, sucio, malvestido, rodeado de bolsas de basura. Una de las bolsas estaba abierta y su contenido –cáscaras de huevo, pieles de naranja, posos de café– estaba desparramado porque aquel hombre estaba comiendo de la basura.
Ampliar ArtículoDía de Reyes en Puente Tocinos
Veréis; uno lleva veinte años ejerciendo el Periodismo, gran parte de ellos grabando sucesos, y ha visto de todo. No voy a caer en el síndrome de la Puerta de Tannhauser –dícese de aquél que lo flipa mencionando los miles de cosas superchachis que ha hecho en la vida–; simplemente, se han visto muchas cosas y algunas han dejado una huella más honda que otras.
Ampliar ArtículoLas lágrimas del espadón
En el interior de la cripta, abierta a todos los vientos de la sierra, esperan varios centenares de personas. Los civiles van de luto riguroso; los militares, con un brazal negro en la manga del uniforme. En el exterior, apretados hombro contra hombro bajo las banderas de España, de la Falange y del Carlismo, se calculan hasta cien mil personas, todas en un riguroso silencio roto de vez en cuando por los gritos de ¡Arriba España! Todos ellos llevan viviendo treinta y nueve años, más unas pocas semanas, bajo la dictadura del general Francisco Franco, que ha muerto tres días antes, a los ochenta y dos años de edad, en el hospital madrileño que lleva su nombre después de una agonía atroz.
Ampliar ArtículoSusanistas y pedristas
Hay crisis que se ven venir. Otras estallan como una olla a presión y nos dejan a todos sorprendidos... y doloridos.
Ampliar ArtículoBurka no, ¿burkini sí?
Hace algunos años, en Occidente descubrimos horrorizados la existencia de una prenda femenina, el burka, que convertía a las mujeres en presas dentro de su propia ropa. Como todos sabéis, el burka es una prenda de uso obligatorio en algunos lugares de Oriente Medio, que consiste en una túnica integral, desde el pelo hasta la planta de los pies, con una pequeña rejilla que deja respirar malamente, permite ver con muchas dificultades y distorsiona la voz. Una prenda que convierte a todas las mujeres en muebles, que les quita cualquier atisbo de individualidad. Ver un grupo de mujeres con burka es ver un grupo de fardos que casi ni ven, ni escuchan, ni respiran. Y así todos los días de su vida tan pronto como ponen un pie en la calle.
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