El Águilas Fútbol Club venció por un gol a cero al Xerez Club Deportivo en el encuentro disputado ayer en el Estadio Centenario El Rubial y correspondiente a la 28ª jornada del campeonato en el Grupo IV de Segunda Federación. Los blanquiazules, que el próximo miércoles por la noche jugarán el enfrentamiento aplazado ante el Torremolinos, se sirven de un gol espectacular de Chris Martínez para dormir a tres puntos del playoff de ascenso, a expensas de lo que hagan hoy el Almería ‘B’ y el Antoniano.
El Águilas vuelve a soñar en grande. La frase, por más presuntuosa que llegue a sonar, resume el sentir de los que este sábado disfrutaron de los buenos minutos de los hombres de Fran Alcoy y sufrieron en aquellos tramos de partido en los que el Xerez, que no está arriba por ciencia infusa, tuvo la pelota y metió algún susto que otro sobre la portería de Iván Buigues, especialmente el del 94’, minuto en el que el mutxameler se hizo grande para evitar un empate que, aparte de sentirse injusto, habría hecho muchísimo daño.
Las ocasiones más claras, eso sí, tuvieron color blanquiazul. La primera estuvo protagonizada por Pelón, quien en el 14’ ya avisó a los visitantes de que el partido no les iba a ser plácido, con un remate de córner que salió cerca del palo. Al inicio del segundo tiempo, por cierto, el propio central sanluqueño estrelló un balón en la madera que, probablemente, habría supuesto la sentencia. Ebuka, Joel, Ekiza de libre directo (y posteriormente en una clarísima acción con el portero vencido) y Chris Martínez contabilizaron el resto de ocasiones más próximas a convertirse en gol, pero sólo el gallego, bendecido con una varita desde su llegada, consiguió que ocurriera. Y su tanto merece un párrafo aparte.
Así las cosas, en el 17’, con el Águilas mejorando sus prestaciones según el duelo iba avanzando, Ekiza botó desde el córner un saque de esquina en dirección a la zona del área en la que Soler, que cuajó un partidazo, esperaba mientras Josete Malagón le abrazaba cariñosamente. El pivote valenciano no pudo cabecear esa pelota por motivos obvios, pero sí tocarla lo justo con la puntera para enviarla a la posición de Chris Martínez, quien, como si de un acróbata se tratase, saltó un metro sobre el suelo y a la media vuelta -y de espaldas a portería- armó un remate perfecto que se coló en la red tras acariciar el larguero. Una obra de arte, vaya. Y con la autoría de un delantero que, en sus seis partidos como jugador blanquiazul, ha firmado cuatro goles y dos asistencias, números escandalosamente elevados para esta categoría. Además, y esto es lo más importante, el tanto sirvió para que el Águilas sumara un triunfo capital en la lucha por el playoff, máxime por el hecho de producirse ante un rival directo al que, incluso, podría superar en la tabla clasificatoria si el próximo miércoles, a las 20:00 horas, es capaz de prolongar la senda de la victoria ante el Juventud de Torremolinos. El comodín está ahí. Y no tengan ninguna duda de que los nuestros harán todo lo posible por aprovecharlo y sacarle partido.
