El Águilas Fútbol Club venció por un gol a tres al Club Recreativo Granada, el filial del conjunto nazarí que compite en Segunda División, en el encuentro disputado este mediodía en la Ciudad Deportiva del Granada Club de Fútbol y correspondiente a la jornada 15 del campeonato en el Grupo IV de Segunda Federación. Los blanquiazules, de esta manera, encadenan dos triunfos consecutivos por primera vez en toda la campaña y vuelven a ganar fuera de casa 385 días después de su última victoria a domicilio. Los hombres de Fran Alcoy, así mismo, acaban la jornada a cuatro puntos del playoff de ascenso y tres por encima del puesto de promoción por la permanencia.
19 de noviembre de 2023. Esa fue la última vez (hasta hoy) que el Águilas sumó tres puntos jugando como visitante. Aquel día, fue ante el Cartagena Fútbol Club ‘B’. Y esta por momentos gélida mañana de diciembre, tocó acabar con tan triste racha ante otro filial, el granadinista. Fran Alcoy ya advirtió, en la rueda de prensa previa al partido, de la importancia de volver a ganar y dar continuidad al agónico triunfo del pasado domingo ante el Linares. Y su equipo, a pesar de la dificultad que ha entrañado la semana, no sólo estuvo a la altura, sino que mostró síntomas de estar -casi- completamente recuperado de todos sus males.
El duelo arrancó con el Recreativo Granada monopolizando la pelota y un Águilas sólido en todas las líneas y a la expectativa de cualquier error del rival para salir a la contra y hacerle daño, o bien recuperar en campo contrario y atacar la portería de manera inmediata. Y eso, precisamente, fue lo que ocurrió en el minuto 9’. Un saque de banda que sobre el papel no comprendía mayor peligro acabó con Lucas Pérez cediendo precipitadamente a su portero y con Joel Rodríguez, muy vivo en la presión, anticipándose a éste para arrebatarle cualquier opción de quedarse el balón y, en consecuencia, marcar a placer el 0-1.
El resultado a favor espoleó de manera evidente al cuadro blanquiazul, que desde entonces se hizo con el control total del partido (aunque no de la pelota, conviene aclarar) hasta prácticamente el final del mismo. Tampoco el segundo gol tardaría demasiado en aparecer y en refrendar las muchas cosas que los hombres de Fran Alcoy estaban haciendo bien. Así, en el 35’, Héctor Martínez bajó un preciso envío largo de Iván Buigues para, previa combinación con Joel Rodríguez, apurar línea de fondo y armar un centro tenso que se paseó por delante de la portería hasta que alguien lo recogió. El encargado de ello fue Javi Castedo, quien surgió libre de marca en las inmediaciones del segundo palo para fusilar a Isachenko y poner el 0-2 con el que llegaríamos al descanso.
Jon Erice, el técnico del Recreativo Granada, intentó agitar el árbol al comienzo del segundo tiempo con la introducción de dos sustituciones que si bien es cierto que mejoraron la imagen de los suyos, no resultaron suficientes para superar a un Águilas al que ya le bastaba con no equivocarse para llevarse el partido. No en vano, antes que el gol local, llegaría el tercero de los nuestros. Tropi, que volvía al once titular tras la recuperación completa de la lesión que le sacó del campo el día de la Balona, inventó un pase perfecto a la espalda de la defensa nazarí y dejó completamente solo a Nando, quien emprendió la carrera dirección a la meta rival, sentó a Isachenko y finalizó a la perfección la acción que elevaría el 0-3 al marcador de la Ciudad Deportiva del Granada.
Sólo el 1-3 de Samu Cortés con un gran disparo desde la frontal hizo sospechar, aunque ya en el 88’, que el partido podía tener algo de ‘picante’ en su fase final. No acabó siendo el caso, más allá de algún acercamiento sin excesivo peligro de los locales y una doble amarilla a Moha Ndiaye a segundos de la finalización del encuentro que, obviamente, no tuvo efecto alguno en el resultado. Como dijimos en la previa, la victoria ‘in extremis’ frente al Linares marcó el camino a seguir al Águilas y ahora tocaba andarlo. Y, desde luego, la segunda victoria consecutiva o el primer triunfo lejos del Rubial en más de un año suenan, dentro de la metáfora, como los pasos idoneos para continuar avanzando en la dirección deseada.
