08/02/2025

HURTOS

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El ciudadano de a pie no entiende de conceptos jurídicos ni de terminología concreta en materia penal, por lo que cuando a uno le sustraen algo siempre tiende a decir que le han robado tal objeto, pero desde un punto de vista policial y penal hay una diferencia esencial en la forma de cómo se ha producido la sustracción, ya que si se realiza sin fuerza en las cosas o violencia o intimidación en las personas será considerado un hurto y no un robo, de forma que el autor tendrá unas consecuencias penales considerablemente inferiores a si la sustracción se ejerciera con alguna de esas dos circunstancias. El código penal en su artículo 234 dice que “El que, con ánimo de lucro, tomare las cosas muebles ajenas sin la voluntad de su dueño será castigado, como reo de hurto…”, mientras que el 237 establece que “Son reos del delito de robo los que, con ánimo de lucro, se apoderaren de las cosas muebles ajenas empleando fuerza en las cosas para acceder o abandonar el lugar donde éstas se encuentran o violencia o intimidación en las personas, sea al cometer el delito, para proteger la huida, o sobre los que acudiesen en auxilio de la víctima o que le persiguieren”. Por lo tanto, existe una diferencia claramente establecida para limitar claramente una y otra tipología delictiva.

El hurto es el delito rey en España, y generalmente en todos los países, ya que por su propia naturaleza presenta las características propias para que pueda llevarse a cabo de forma fácil, por cualquier persona y en cualquier lugar, sin necesidad alguna de preparación, aun cuando haya personas especializadas en realizar este delito. En el año 2023 se conocieron 665.622 delitos de hurto, con más 100.000 delitos de diferencia respecto a la segunda tipología delictiva más conocida, como es la estafa. Digo delitos conocidos, que no reales, ya que al ser un delito que muchas veces suponen pequeñas cantidades económicas, descuidos al dejar objetos que inicialmente parecen hasta pérdidas, sustracciones de productos de supermercados, en definitiva, coger algo cuyo valor en muchas ocasiones es mínimo al descuido, la víctima cuando barema entre el tiempo que debe dedicar con la burocracia administrativa del sistema penal y el valor de su pérdida, elige muchas veces no interponer denuncia, por lo que la cifra negra en esta tipología también es mayor que el resto de tipologías delictivas.

Es un delito que ha tenido diversas reformas en el código penal, ya que, aunque tiene una tipificación no muy alta en primera instancia, es un delito que produce cierta inseguridad ciudadana. La reiteración de cualquier delito siempre produce inseguridad, y el hurto normalmente es un delito que se repite de forma constante en ciertas zonas, sobre un tipo de víctima similar y los autores, aunque puede ser un delito que pueda hacer cualquier persona, se suelen especializar por la penalidad mínima que tiene cuando no supera los 400 euros lo sustraído (pena de multa de uno a tres meses), que es en la mayoría de ocasiones, siendo este escaso valor lo que hace que no exista muchas veces denuncia y no se persiga a la persona. También es un delito elegido por los amigos de lo ajeno por lo difícil que es hallar al autor, ya que, al ser al descuido, sin llamar la atención y pasando desapercibido, cuando las víctimas descubren que les falta el objeto sustraído, no tienen ni una mínima idea de quién pudiera ser el autor o dónde ha sido el hecho, por lo que tampoco piensan en interponer denuncia.

En Águilas, al igual que en el resto de España, el hurto es el delito más habitual, con 121.198 hurtos durante el año 2023, si bien durante este 2024 se ha reducido considerablemente (un 30,9% hasta el tercer trimestre del 2024). Estoy convencido de que la disminución de este tipo de delitos en el municipio se debe sobre todo a la entrada en centros penitenciarios de varios delincuentes habituales y reincidentes, que gracias al sistema penal existente pudieron estar delinquiendo de forma muy habitual durante varios meses, siendo interceptados y detenidos de forma repetitiva en ese tiempo, sin que tuviera repercusión inmediata en la libertad de estos, ya que como he comentado la mayoría de veces este delito conlleva pena de multa, lo que hizo que estuvieran delinquiendo durante varios meses y cometiendo continuamente y a diario hurtos y robos. Conforme entraron en prisión como consecuencia de la acumulación delictiva se produjo un descenso automático de esta tipología en el trabajo policial, que se refleja actualmente en los datos reales denunciados.

Los hurtos más comunes, como he dicho, son aquellos que suponen un valor inferior a 400 euros, si bien, cuando lo sustraído supera esa cantidad tienen una responsabilidad penal superior, siendo castigados con penas de prisión de 6 a 18 meses, existiendo además varios agravantes según la naturaleza de los objetos hurtados, el especial perjuicio que se provoca o la pertenencia del autor a un grupo criminal, que aumentaría las penas a prisión de 1 a 3 años. 

Un sector especialmente perjudicado con los hurtos son los comercios, siendo habitual la sustracción de productos en grandes superficies, supermercados, perfumerías, ópticas, y en general cualquier comercio de venta directa al público, habiendo auténticos especialistas en ello e incluso encargos de terceros en determinadas fechas que producen que en navidades las cajas de gambas o el jamón ibérico huyan escondidos en bolsos forrados de papel de aluminio.

Los grandes comercios realizan inversiones en seguridad y tienen previsto económicamente las posibles pérdidas, pero el ciudadano no lo tiene tan fácil. Es complicado evitar los hurtos, porque realmente la mejor forma de hacerlo es prestar una mayor atención a nuestras rutinas diarias; comprobar el correcto cierre de las puertas del vehículo, llevar los bolsos cerrados y si se puede ponerlos siempre por delante, no dejar los teléfonos o dinero a la vista, no llevar la cartera en bolsillos traseros, aumentar la atención en grandes aglomeraciones de personas, desconfiar de actitudes extrañas como empujones o movimientos bruscos, y en general, aplicar medidas de prevención básicas en la rutina diaria que cuesta asimilar porque nadie cree que va a ser víctima, pero que es la mejor forma de evitar un delito que, como se describe en muchas ocasiones, es la sustracción de un objeto al descuido, por lo que la mayor prevención para el hurto es prestar un mayor cuidado y vigilancia en nuestros hábitos diarios.

Artículo de Juan Domingo Guerrero 

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