Con motivo del XXIV aniversario del asesinato de Miguel Ángel Blanco a manos de ETA y en recuerdo de todas las víctimas del terrorismo, ayer lunes,12 de julio, varios miembros de la corporación municipal leyeron un manifiesto de la Fundación Miguel Ángel Blanco.
Han pasado 24 años desde aquel julio de 1997, en el que millones de ciudadanos, durante cuatro días, se movilizaron para intentar salvar la vida de Miguel Ángel Blanco y para manifestar la indignación y la reprobación de un asesinato en cámara lenta, y también para mostrar la solidaridad con una familia torturada por la amenaza cumplida de los terroristas. “No pudimos salvar la vida de Miguel Ángel Blanco, pero, de forma espontánea, orientados por nuestras convicciones, nos mantuvimos unidos para exigir a la banda que liberara a Miguel Ángel, para exigir la aplicación del Estado de derecho, para marcar una línea divisoria muy clara entre los que reprobaban esta nueva acción criminal y los que apoyaban, justificaban o callaban ante este atentado, tan abominable como todos los demás, pero que, por sus especiales circunstancias, movilizó las conciencias de millones de españoles. Defendimos la Libertad y la inocencia de Miguel Ángel Blanco como símbolo de todas las víctimas del terrorismo ante el totalitarismo y la barbarie. Nació un nuevo compromiso social en la lucha contra ETA y la mejor estrategia para derrotar a la banda que se basaba en la centralidad de las víctimas, la exigencia de la aplicación de la Ley, la unidad en torno a los principios constitucionales y el aislamiento de los terroristas y sus apoyos. Mantuvimos nuestra dignidad colectiva, más allá del miedo o la pasividad. Actuamos con compasión hacia las víctimas y firmeza democrática ante los criminales”, leyeron en el Manifiesto.
ETA ha asesinado a 853 ciudadanos, herido a 2.500, secuestrado y extorsionado a cientos, provocado el exilio de miles. Con la lectura de este manifiesto se rinde homenaje a todas las víctimas, las de ETA y las de todos los grupos terroristas que han intentado acabar con la convivencia durante décadas. “Las víctimas del terrorismo son una referencia ética y política de nuestro sistema constitucional, simbolizan la defensa de la Libertad y del Estado de derecho frente a la amenaza terrorista y frente a todos aquellos que desean acabar con nuestras libertades. Su comportamiento ejemplar es aval de fortaleza ética y política. Los principios de Memoria, Justicia, Verdad y Dignidad, integrados por las propias víctimas en la historia del terrorismo, son cimientos morales en los que mirarnos personal y colectivamente. Es un deber construir la Memoria de los Justos, la memoria de las víctimas y la de los ciudadanos que se enfrentaron al terror valientemente, a un coste muy alto”.
Fuente: Ayuntamiento de Águilas