Desde el colectivo Amanecer 31 han indicado que “una de las huellas que persisten en Águilas de la guerra civil (1936-1939) son los búnkeres antiaéreos en los que centenares de aguileños se refugiaron en 1938 para protegerse de los ataques de la aviación fascista italiana. El verano de aquel año estuvo marcado en este pueblo costero por los bombardeos de los que fue objeto, dos de ellos con un elevado coste de vida humanas. El 3 de agosto murieron 15 personas y el 31 de ese mismo mes, otras 16”.
“Los búnkeres son el recuerdo de uno de los episodios más dramáticos de la historia de Águilas. Pese a ello, ninguno de los gobiernos municipales sucedidos desde entonces se ha preocupado por recuperar su memoria, convirtiéndolos en espacios culturales en los que enseñar el drama de la guerra”, han subrayado desde Amanecer 31.
Los integrantes de este movimiento cultural denuncian que, “hoy, uno de estos búnkeres se encuentra en grave riesgo de desaparición. Se trata del ubicado en la calle de la U, próximo al Barrio de Colón. Una constructora ha obtenido la licencia para poder edificar en el solar donde se encuentra. Las obras, que comenzaron el pasado 18 de octubre, destruirán los restos del búnker y, con ellos, una parte de nuestra historia”.
«La situación de abandono y desprotección en la que se encuentran es lamentable», denuncia el historiador Pedro Javier López, coordinador del movimiento cultural Amanecer 31. «En otras ciudades, han hecho de sus vestigios de la guerra civil un atractivo turístico que atrae numerosas visitas». Desde Amanecer 31 proponen la recuperación de al menos uno de los búnkeres que aún quedan en la localidad, procediendo a su conversión en un museo desde el que explicar el drama de la guerra civil española. «El turismo histórico mueve millones de euros anualmente y fomenta los negocios locales, no es una idea disparatada plantearse llevar a cabo una iniciativa así en nuestro municipio».