El Águilas Fútbol Club venció por dos goles a uno al Club Polideportivo Don Benito en el encuentro disputado este mediodía en el Estadio Centenario El Rubial y correspondiente a la jornada 21 del campeonato en el Grupo IV de Segunda Federación. Los blanquiazules se adelantaron gracias a un tanto a puerta vacía de Héctor Martínez, aunque un golazo de Inach en los últimos compases del primer tiempo puso el empate en el marcador. Hyeon-Jun Park, ya en la segunda parte, decidió el partido haciendo el 2-1 definitivo.
Si en la previa explicábamos que el último tren que llevaba a la pelea por la zona alta pasaba por este importante enfrentamiento ante el Don Benito, es de justicia comentar que el Águilas se ha subido a él con todas las de la ley. El buen hacer de los hombres de Fran Alcoy desde la agónica victoria que inauguraba el mes de diciembre ha permitido que a estas alturas, con casi toda la segunda vuelta por delante y los fichajes terminando de aterrizar, el cuadro blanquiazul sea uno de los equipos más fiables de todo el Grupo IV (cuatro victorias y cuatro empates, la media inglesa, en los últimos ochos partidos) y pueda cerrar el fin de semana a tan sólo cuatro puntos de los cuarto y quinto clasificados y cinco por encima del puesto de promoción por la permanencia.
El encuentro de hoy arrancó con un Águilas casi dicotómico, pues de igual manera que por momentos se mostraba precipitado y poco preciso (especialmente, en la salida de balón y en la toma de decisiones), en otros fue contundente en el área rival y creó ocasiones con relativa facilidad. Sebas Gil, el guardameta que ya nos amargara la existencia en aquel fatídico playoff en La Nucía, resolvió con mucha solvencia el trabajo que le llegaba cuando la línea defensiva no resultaba escudo suficiente ante las acometidas blanquiazules. No en vano, la jugada del 1-0 viene precedida de una mano espectacular ante un remate de Morillas en una acción a balón parado. El onubense, no obstante, no pudo hacer nada ante el posterior rechace de un Héctor Martínez que, aunque sólo tenía que empujarla, fusiló la red para despejar cualquier atisbo de duda acerca de si esa pelota iba a entrar o no.
Tampoco es que la alegría le durase demasiado al Águilas, todo hay que decirlo, pues apenas ocho minutos después, en el 43’, Inach Fernández puso el empate con un obús teledirigido a la escuadra de la portería que defendía Iván Buigues. El 1-1, de esta manera, era el resultado que reflejaba el marcador al descanso, momento que Fran Alcoy utilizó para realizar su primera sustitución: Joel entró en lugar de un amonestado Tropi.
El técnico valenciano, además, continuó reajustando el equipo en el tramo inicial del segundo tiempo con un triple cambio que, a la postre, acabó por desnivelar la contienda en favor de los locales. La mejor prueba de ello es que uno de los tres hombres que saltaron al campo en el 56’, concretamente Hyeon-Jun Park fue el autor del gol que finalmente daría la victoria al conjunto blanquiazul. Así, cuando ni siquiera había superado los diez minutos sobre el campo, el mediapunta nacido en Corea se encontró con la pelota después de que Joel la enviara al poste en el remate que rubricaba un centro maravilloso de Ebuka. El ‘17’ se dio entonces una especie de media vuelta y acompañó con el cuerpo el balón, para alojarlo dentro de la portería y poner el sello a una victoria capital para un Águilas que, eso sí, no dejó de sufrir hasta el final e incluso vio cómo el árbitro expulsó por doble amarilla a Lillo en una acción en la que, según se aprecia en las imágenes, ni siquiera rozó a su rival en la pugna. Y es que el arbitraje, para no perder la costumbre, estuvo en la línea de los que nuestro club viene padeciendo desde el inicio de temporada, si bien en esta ocasión, al menos, no acabó perjudicando el resultado. No es que sea un consuelo, está claro, pero la sensación no es tan molesta cuando puedes disfrutar del domingo con tres puntos más en el bolsillo.
Fuente: Águilas FC