18/10/2021

El Águilas empata ante el Alzira y vuelve a ceder dos puntos en la recta final

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El Águilas Fútbol Club empató a dos en el complicadísimo partido que disputó ayer en el Rubial ante la Unión Deportiva Alzira. Los blanquiazules, que jugaron casi toda la segunda parte con uno menos, le dieron la vuelta al gol inicial de los visitantes gracias a un doblete de Petravicius, si bien una acción desafortunada en el tramo final del encuentro volvía a robar dos puntos al conjunto costero. Pese al empate, los de Molo se mantienen en la segunda posición de la tabla, aunque a cinco puntos del destacado líder del grupo V: La Nucía.

No pasa nada por decir que el Águilas saltó al campo algo dubitativo. Y el Alzira no iba a perder la oportunidad de castigar esa indecisión. Así, ya en el 8’, los valencianos darían el primer susto con un mano a mano que Iván Buigues resolvió magistralmente mandando la pelota a córner. El problema fue que en ese mismo saque de esquina, Kaiser conectó un cabezazo dentro del área para batir la portería local. Era el 0-1.

Ya no es que los blanquiazules despertaran tras el gol visitante, es que el tramo que siguió a esa acción trajo consigo, posiblemente, los minutos más divertidos de fútbol que se han visto esta temporada en El Rubial. Barrenetxea, con un disparo desde la frontal transcurrido el primer cuarto de hora, dio el primer aviso de que el Águilas ya andaba en busca del empate. Y en la siguiente oportunidad, en el 18’, Petravicius lo encontró. Jugadón de Mounir en banda izquierda que acabó con un centro tenso que el lituano empujó a gol.

Lejos de acomodarse, los blanquiazules siguieron empujando y acumularon ocasiones de sobra para irse al descanso por delante en el marcador. El propio Petravicius o el centrocampista santapolero Pedro Torres tuvieron sendas opciones de gol, pero el protagonista de la más clara fue Toni Jovic, con un disparo con parábola que golpeó en la parte superior del larguero cuando la parroquia local se preparaba para cantar el gol. Ya empezaba a sugerir la Diosa Fortuna que, por el motivo que fuera, no tenía la más mínima intención de dejarse ver por El Rubial.

Apenas se contabilizaban tres minutos de la segunda parte cuando el Águilas sufría un golpe tan doloroso como el que recibió el guardameta visitante, el polaco Pawel. Pedro Torres, que se plantaba solo ante el ex portero del Badajoz, se echó muy larga la pelota en el autopase y en su intento de corregir el error llegó pasado de frenada a la pugna con el arquero rival. No dudó el andaluz Paradas Mazuela en sacarle la segunda amarilla y dejar al Águilas con diez, una decisión, en opinión del que escribe, tan indiscutible como decisiva en el devenir del partido.

La expulsión obligó a Molo a reajustar el equipo. Y lo que un principio podía sonar a doble cambio defensivo se convertiría muy pronto en una decisión táctica totalmente acertada: Ramón Arcas se incrustó entre los centrales y el Águilas pasó a jugar con defensa de cinco, dándole todo el carril a sus jóvenes laterales, Javi Pérez y Mounir. Fruto de ello, sólo dos minutos después, el marroquí subió con potencia su banda y volvió a probar la estabilidad del larguero con un fuerte disparo con la izquierda. No en vano, la realidad es que las sensaciones eran más cercanas al 2-1 que a un segundo tanto del Alzira.

Dicho y hecho. Otra acción de un lateral, en este caso de Javi Pérez, acabó en un pase al interior del área que Petravicius, con una sangre tan fría como podría esperarse de alguien nacido en el norte de Europa, se encargó de convertir en su segundo gol de la tarde. Y una vez ahí, conseguido lo más difícil, al Águilas se le volvieron a aparecer los fantasmas de las jornadas pasadas. Y de una forma especialmente cruel y dolorosa.

Cierto es que esta vez no hubo que esperar al descuento como el día del Intercity o del Mancha Real, pero la jugada que supuso la pérdida de otros dos puntos no pudo ser, y perdonen la expresión, más desgraciada: un balón que aparentemente se iba a marchar por la línea de fondo golpeó en el gemelo de Ramón Arcas y se coló entre las piernas de Iván Buigues para poner el 2-2 definitivo en el marcador. Molo explicó en la rueda de prensa posterior al partido que a este Águilas le falta maldad (en honor a la verdad, usó un término más fuerte que no podemos reproducir en esta crónica por motivos obvios) para gestionar con más eficacia los minutos finales. No va escasa de esa aptitud en cambio la Diosa Fortuna, pues esta vez la maldad la puso el fútbol y se plasmó en el resultado.

FICHA TÉCNICA

Águilas F.C.: Iván Buigues, Javi Pérez, Mike Gaffoor, Uri, Mounir, Ramón Arcas, Barrenetxea (Esteban, 69’), Pedro Torres, Abel (Carlos López, 55’), Toni Jovic (Junior Loussoukou, 55’) y Petravicius (Kalu Uche, 89’).

U.D. Alzira: Pawel, Abel (Zarzo, 69’), Javi Soler, Kaiser, Lado, Germán Sáenz, Marenyà (Roan, 82’), Jordi Méndez (Beli, 55’), Cortijo, Chema Moreno y Estancio.

Equipo arbitral: Paradas Mazuela, González Sánchez y Vinuesa Sánchez, del colegio andaluz.

Goles: Kaiser (9’), Petravicius (18’ y 77’) y Ramón Arcas (p.p., 87’).

Tarjetas amarillas: Pedro Torres (41’ y 49’), Mounir (85’), Mike Gaffoor (90’) e Iván Buigues (90’).

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