El Águilas Fútbol Club empató a cero ante la Deportiva Minera en el encuentro disputado hoy en el Municipal Ángel Celdrán de Llano del Beal y correspondiente a la jornada 20 del campeonato en el Grupo IV de Segunda Federación. Los blanquiazules, que llegaban a la cita plagados de bajas, nunca se sintieron cómodos ante un conjunto local que, en líneas generales, fue mejor que los nuestros. No obstante, el partido estuvo marcado por el enésimo error arbitral en contra de los hombres de Fran Alcoy, que vieron cómo el colegiado del partido, Cornelles Vicente, se tragó un claro penalti sobre Lillo.
Es el cuento de nunca acabar. Los continuos esperpentos arbitrales a los que el Águilas está haciendo frente desde la primera jornada del torneo escapan a toda lógica. Empieza a faltar espacio en estas crónicas para enumerar los constantes errores que, más allá de los méritos deportivos, están costando puntos al cuadro blanquiazul. Desde aquel gol anulado a Ebuka ante el filial del Almería, casi no ha habido dos jornadas consecutivas en las que el análisis de los encuentros en los que los nuestros han tomado parte hayan estado marcados por la polémica. Y lo peor de todo es que siempre en la misma dirección.
El último capítulo a este respecto está protagonizado por el valenciano Cornelles Vicente, un viejo conocido de la entidad costera, pues ya en el pasado perjudicó de manera muy clara a multitud de jugadores y cuerpos técnicos que han vestido esta camiseta. Y es que, al igual que ocurrió hace apenas un año en la visita del Águilas al Racing Cartagena, ni el colegiado castellonense ni su asistente vieron punible una caída de Lillo en el área que admite poquísima discusión. Era penalti, así de sencillo. Como lo fue el que le hicieron a Nando el día de La Unión o a Juan Delgado cuando el Xerez Deportivo visitó el Rubial.
Debe estar prohibido indicar una pena máxima a favor del Águilas Fútbol Club. Es la única explicación posible a que, desde que regresáramos a Segunda Federación allá por 2023, tan sólo se haya señalado una (28 de abril de 2024: Águilas 1 – 1 Yeclano), pese a que los árbitros hayan tenido oportunidades suficientes como para que la cifra se acercase a la docena. No ha costado tanto, en cambio, cuando ha sido la inversa. Sirvan de ejemplo el ridículo penalti que le pitaron a Morillas en Almería hace dos semanas o aquella surrealista “mano” (las comillas, vaya por delante, son importantísimas) de Mario Abenza en Torremolinos cuando el partido agonizaba con victoria visitante.
Que conste que nada de esto tiene que ver con la Minera. Es más, posiblemente, si nos atenemos a lo puramente deportivo, los de Popi hicieron más méritos que el cuadro blanquiazul para llevarse la victoria. No en vano, estrellaron un balón en la madera mediado el segundo tiempo e Iván Buigues tuvo que intervenir más de lo que acostumbra para mantener el empate y sostener a los suyos cuando peor lo estaban pasando. Los locales, además, también clamaron contra el arbitraje por un gol supuestamente mal anulado a Rubén Mesa que, en honor a la verdad, no fue tal cosa, puesto que Cornelles Vicente señaló fuera de juego mucho antes de que la pelota entrase en la portería. Y además, con todo el respeto a la Minera y las opiniones de su gente, la posición era manifiestamente antirreglamentaria.
El resultado, en síntesis, sería una buena noticia para el Águilas. No es nada fácil someter o superar a un equipo que, como recordó Fran Alcoy en la rueda de prensa postpartido, eliminó de la Copa a todo un ‘Primera’ como el Deportivo Alavés. Sin embargo, la sensación a estas horas, tristemente, es otra. Y para más inri, no es nueva en absoluto. Es imposible saber si los blanquiazules habrían anotado o no esa pena máxima, pero tan claro es este aserto como lo era el penalti cometido sobre Lillo. La protesta, obviamente, se quedará en eso, sin que nadie acabe por responsabilizarse del enésimo error clamoroso en contra de un Águilas al que ya le han arrebatado tantos puntos por este maldito tema que es imposible pensar en la casualidad. No queremos que nadie nos dé nada, pero sería fantástico que, al menos, nos dejasen competir con las mismas reglas que a los demás.
Fuente: Águilas FC
