El Águilas Fútbol Club continuó con su idilio futbolístico de este 2023 y venció por tres goles a cero al Muleño Club de Fútbol, en el encuentro correspondiente a la jornada 24 del campeonato en el Grupo XIII de Tercera Federación y disputado esta tarde en el Estadio Centenario El Rubial. Los blanquiazules, de esta manera, encadenan su décima victoria consecutiva y se quedan a tan sólo cinco puntos de la consecución del título de campeón (y, por ende, del ansiado ascenso a Segunda RFEF), honor que podrían conseguir dentro de dos semanas ante el Real Murcia Imperial en casa, o incluso el próximo fin de semana ante el Ciudad de Murcia si el Racing Murcia y el Lorca no ganan en sus respectivos partidos ante El Palmar y el propio filial murcianista.
Los hombres de Sebas, definitivamente, atraviesan su mejor momento de lo que llevamos de temporada. Y no hablamos de números, que obviamente están ahí, sino también de sensaciones. El Águilas se ha convertido de forma meritoria en un cuadro prácticamente invencible, superior a la gran mayoría de sus rivales y que, desde hace varios meses, hace de cada partido un auténtico espectáculo futbolístico para sus aficionados. Y lo mejor es que los resultados acompañan y confirman aquello que les decíamos en el titular de la última crónica: que este equipo es de otra categoría. Falta, evidentemente, rubricarlo con un ascenso que se ve, por fin, más cerca que nunca.
Y eso que hoy la primera ocasión del partido fue de los visitantes. No habían transcurrido ni dos minutos cuando un jugador del Muleño ganó la partida a la zaga blanquiazul y se plantó ante un Iván Buigues que resolvió con la solvencia de siempre y que, todo hay que decirlo, casi no tuvo que volver a intervenir en lo que quedaba de encuentro. El Águilas no tardó en sacudirse el susto del cuerpo y decantar la balanza a su favor. Así, en el 7’, Víctor Fenoll (partidazo el suyo, por cierto) se internó en el área visitante y recibió un claro penalti que Góngora, dos minutos después, convertiría en el primer gol de la tarde.
En la jugada inmediatamente posterior, Óscar Castro tuvo el 2-0 en un disparo que se estrelló contra la madera. Sin embargo, el autor de dicho tanto fue otro futbolista que anda de dulce desde la pausa navideña: Aitor Pons. El delantero balear cabeceó a la red un buen centro lateral y amplió la distancia hasta las dos unidades. No hubo más goles antes del descanso, pese a los múltiples intentos de Blas, Junior Loussoukou, Diego López y Góngora.
El lateral malagueño sería el encargado de cerrar la goleada con un mísil desde 35 metros que cayó sobre la portería de Antonio Fernández cuando parecía que se marchaba y se convirtió en el 3-0. Poco pudo hacer el guardameta visitante por evitarlo. De hecho, fue probablemente el jugador más destacado del Muleño, con una serie de intervenciones que evitaron un mayor castigo para los suyos. La sensación de impotencia del colista del Grupo XIII se hizo patente de forma más acuciada en la segunda mitad, donde el monólogo del cuadro blanquiazul (que no cesó en su empeño por crear ocasiones a través de Aitor Pons y Víctor Fenoll, entre otros) fue ya incontestable.
Interesa detenerse, no obstante, en la acción del 3-0. No tanto por el disparo en sí, que fue una delicia, sino por lo que representa a niveles estadísticos. Con esa, ya son 14 dianas de Góngora en 23 partidos -aunque han transcurrido 24 de liga, el lateral se perdió uno por sanción-, una cifra que le sitúa en lo más alto de la tabla de goleadores del Grupo XIII, pese a su condición de defensa. Resulta un tanto injusto centrar el triunfo en un nombre individual cuando la actuación coral, de nuevo, ha sido tan espléndida, pero también lo sería no subrayar la increíble campaña que está llevando a cabo el futbolista criado en la cantera del Betis.
Y aun así, esta merecida mención personalizada sigue sin ser lo más importante que se puede decir en este domingo del mes de marzo, al menos en lo futbolístico. Ese honor corresponde a los impresionantes números de un Águilas que suma ya diez victorias consecutivas y que se queda a tan sólo cinco puntos de su sueño. O lo que es lo mismo, tiene que ganar los próximos dos partidos para celebrar el campeonato, o sólo uno si Racing Murcia y Lorca se dejan algún punto por el camino (los dos, no vale que sólo lo haga uno). Hay quien opinará que mejor en casa y quien dirá que lo antes posible. Da igual a fin y al cabo, porque más que prisa, lo que este equipo tiene es ganas de disfrutar y seguir haciendo a la gente feliz como pocas veces.
Águilas Fútbol Club: Iván Buigues, Blas (Adri, 81’), Mati (Ayala, 86’), Dani Pérez, Góngora, Ramón Arcas, Óscar Castro, Junior Loussoukou (Cristo Martín, 60’), Víctor Fenoll, Diego López (Álex Peque, 81’) y Aitor Pons.
Muleño Club de Fútbol: Antonio Fernández, Víctor, Pedro Ángel, Alexis, Carrillo, David Vera, Carlos Pérez (Soriano, 73’), Villanueva (Villa, 69’), Jorge Martínez, Sergio Alcaraz (Juan Alcaraz, 69’) y Ramos (Lisón, 45’).
Árbitro: Rodríguez López. Amonestó a Pedro Ángel y Juan Alcaraz (Muleño) y a Mati (Águilas).
Goles: Góngora (1-0, 9’, p.; y 3-0, 66’) y Aitor Pons (2-0, 22’).