El Águilas Fútbol Club venció por un gol a dos al Cartagena ‘B’ en el Cartagonova, en un partido enorme que tuvo dos partes claramente diferenciadas. En la primera, dominio absoluto del filial albinegro que se adelantó por medio de un omnipotente Teddy. Y en la segunda, remontada histórica de los de blanquiazules, merced a un gran trabajo colectivo en el que Adri, con un doblete, destacó sobremanera. Los de Gaspar Campillo, quien regresaba año y medio después a los banquillos tras la destitución de Vicente Mir, dan un golpe en la mesa que no sólo les asienta en el liderato, sino que, sumado al resto de resultados de la jornada, otorga al Águilas su primer match-ball en la pelea por el campeonato y el ascenso a Segunda RFEF.

Y ya que hemos utilizado el adjetivo “histórico” para referirnos a la remontada, no estaría de más seguir la metáfora en un estadio cuyo propio nombre rinde recuerdo a una de las ciudades más importantes de la Edad Antigua. Aunque hubo un total de tres, por lo general sólo se suelen estudiar dos guerras púnicas, aquellos largos y épicos conflictos bélicos entre cartagineses y romanos. Así pues, y como el pasado de nuestra ciudad se escribió en latín, el calificativo no puede ser más apropiado para la batalla -en este caso, deportiva- que nos ocupa.

De hecho, la segunda contienda púnico-futbolística comenzó igual que la primera: con un Cartagena ‘B’ arrollador que desplegó todo un derroche de talento puro y potencial ofensivo. No serían esta vez Aníbal y sus elefantes, sino una generación fantástica de futbolistas en la que brilla, con una luz especial, un chaval inglés de 21 años que no pinta nada en Tercera. Teddy se llama la criatura. Y en el 26’, tras varios minutos copando ya el protagonismo, le ganó la espalda a la defensa -de cinco- del Águilas y adelantó a los suyos, con una buena definición ante la salida de Iván Buigues. Pudo hacer el británico algún gol más antes del descanso, pero se topó con la fiabilidad sempiterna del guardameta blanquiazul. Quizás no ocupe esta vez los titulares el portero mutxameler, si bien es de justicia apuntar que, de no ser porque sostuvo al equipo en sus peores fases del encuentro, probablemente la remontada no habría acabado teniendo lugar.

También tuvo mucha culpa, en el mejor de los sentidos, el cambio de sistema que se aplicó desde el banquillo, antes incluso de que los futbolistas enfilasen el túnel de vestuarios. Con 1-0 en el marcador, Gaspar Campillo retiró a Edmundsson del campo para dar entrada a Adri y rompió la defensa de tres centrales, regresando a un 4-3-3 que sonaba más cotidiano. La modificación se completó al descanso con el cambio de Benja por Bolo. Y con esos nuevos alicientes, tras la reanudación, todo cambiaría.

Como en la primera ‘guerra púnica’, los blanquiazules saltaron con otro talante y, especialmente, con la convicción de que cualquier acción podía volver a meterles en el partido. Si aquella vez fue la doble amarilla de Nacho Pais, en esta ocasión el héroe de la batalla fue, sin discusión, Adrián Miñarro. El lorquino es un jugador diferente, eléctrico, capaz de mover cualquier árbol, por alto y robusto que sea, y de provocar que sus frutas caigan, aunque no hayan alcanzado el punto idóneo de maduración. Sólo tres minutos del segundo tiempo tardó en demostrarlo. Un lateral de circunstancias como Dani Bermejo (partidazo el suyo) avanzó en conducción 40 metros por el carril del 8 y abrió la pelota para Adri, quien cruzó la diagonal hacia dentro y, cuando parecía que no tenía ángulo para el disparo, se inventó un remate con el exterior y batió a Sergio Díaz desde la frontal. Golazo para poner el 1-1.

Lejos de conformarse con el empate, el Águilas transmitió sensación de dominio y, con el paso de los minutos, se autoconvenció de que podía llevarse un botín mayor. No en vano, y aunque el albinegro Neskes probó la resistencia del larguero en un libre directo, Barrenetxea tuvo una ocasión franca para hacer el 1-2 en una acción del propio Adri, en la que el arquero local estuvo felino y sacó el remate a bocajarro del centrocampista vasco y el posterior lanzamiento de media distancia de Juanjo.

El partido, cuyo gobierno poco tenía que ver con el que imperó en la primera mitad, entró entonces en el terreno de la épica. Y en ese escenario, hay pocos jugadores con la estrella de Adrián Miñarro. Quedó demostrado en la mágica tarde ante el Pulpileño y, como aquel 21 de marzo, el extremo lorquino hizo un doblete de los que marcan carreras. Cabalgada de Petravicius por banda izquierda y centro raso para que Adri, en paralelo con Kleandro, se deslizase por el suelo y rematase a gol la acción que completaría una remontada con sabor a conquista.

Falta, sin embargo, lo más importante: que esta toma de Cartagonova sirva para acabar ganando esa larga guerra que es el ascenso a Segunda RFEF, el equivalente a la actual Segunda División ‘B’. Dos batallas le restan a los blanquiazules: el Mar Menor en El Rubial y el Racing Murcia en El Limonar de Santomera. Y es grande la tentación de echar un vistazo a la clasificación y el planning de la próxima jornada y coger la calculadora en busca de posibles combinaciones, empates y demás. Pero es más simple de lo que parece. Si el Águilas vence el domingo en casa al conjunto de San Javier, no sólo subiría matemáticamente de categoría, sino que se coronaría como campeón del Grupo XIII y se clasificaría para la Copa del Rey de la campaña 2021/2022. Tan ilusionante como suena.

FICHA TÉCNICA

Águilas: Iván Buigues, Dani Bermejo (Pilas, 89’), Luismi, Ramón Arcas, Edmundsson (Adri, 38’), Juanjo, Juanma Montero, Oliva, Barrenetxea (Paco Miñarro, 84’), Petravicius (Kalu Uche, 84’) y Bolo (Benja, 45’).

Cartagena B: Sergio Díaz, Deiby (Adri, 79’), Uri, Farru, Ripoll (Moghli, 79’), Nacho Pais, Kleandro (Fromsa, 79’), Kevin Laosa (Lalo, 85’), Neskes, Edu Martínez y Teddy.

Equipo arbitral: Gallego Gambín, Pedreño Moreno y Carrillo Moreno.

Incidencias: Disputado con público.

Goles: Teddy (26’), Adri (48’ y 72’)

Tarjetas amarillas: Adri (41’), Luismi (53’), Farru (59’), Oliva (60’), Lalo (91’) y Neskes (91’).

Tarjetas rojas: -

Fuente: Prensa Águilas FC