La Región de Murcia es pionera en la implantación de estrategias de control biológico de plagas en distintos cultivos, en concreto, hortícolas, cítricos y uva de mesa, y una de las comunidades autónomas con mayor producción de insectos útiles para la agricultura a nivel nacional.
El consejero de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca, Miguel Ángel del Amor, visitó hoy en Águilas la empresa holandesa Koppert Biological Systems, dedicada a la cría de insectos beneficiosos para la agricultura. Esta firma ofrece una gama de productos y servicios para el manejo integrado de plagas como abejorros en colmenas para la construcción de sistemas de polinización natural. Además, “brinda una gran cantidad de macro y microorganismos benéficos para el control biológico de plagas, así como accesorios para la implantación de sistemas tecnológicos de control tales como trampas adhesivas y trampas de feromonas”, indicó Del Amor.
Desde el año 2000, “la Consejería desarrolla programas de control biológico en distintos cultivos, como es el caso del pimiento en invernadero, donde el 90 por ciento de la superficie de la Región se realizó bajo técnicas de este tipo”, matizó Del Amor.
En esta misma línea, en el cultivo de tomate en invernadero también se puso en marcha esta técnica para controlar su principal plaga denominada ‘tuta absoluta’ o polilla del tomate, que “se basa en alternar las aplicaciones de productos fitosanitarios de bajo impacto ambiental con la suelta de otros insectos beneficiosos”, explicó el consejero. También se llevan a cabo sistemas de confusión sexual para evitar la reproducción de insectos dañinos a los cultivos, como en el caso de la uva de mesa para el control de la polilla de la vid. “Con estos métodos se reducen las aplicaciones químicas y, en consecuencia, los contenidos en residuos de productos fitosanitarios, sin reducir la calidad que demandan los mercados”, afirmó.
Estos programas, desarrollados por la Consejería a través del Servicio de Sanidad Vegetal y el Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (IMIDA), se realizaron en colaboración con el sector productor y empresas de cría de insectos beneficiosos llegando a ser un referente mundial en la aplicación de los sistemas de Gestión Integrada de Plagas.
En el caso de los cítricos, un caso de éxito es el control biológico con la suelta de los principales depredadores que tiene la mosca blanca, como es el caso del ‘Cales noacki’.
“El éxito de estas técnicas radica en lograr la implantación de este tipo de insectos en nuestra fauna y aclimatación”, afirmó Del Amor. Asimismo, los agricultores tienen que utilizar tratamientos fitosanitarios que no tengan impacto ambiental sobre esta fauna auxiliar y así se puedan multiplicar regularmente en las explotaciones agrarias. Para ello, “se precisa de un elevado nivel de formación, asesoramiento y concienciación como lo han demostrado nuestros productores”, continuó.
Las empresas que se dedican al establecimiento de estos insectos tienen que pasar por una serie de controles de la Administración, así como de los insectos que producen, para evitar la entrada de insectos exóticos que produzcan un parasitismo o hibridación con las especies autóctonas existentes en la zona donde se producen y liberan.
Estos sistemas de control biológico y tecnológico se aplican en la Región en una superficie superior a las 50.000 hectáreas. Así, anualmente se sueltan más de 250 millones de insectos y se instalan más de seis millones de trampas o difusores para el control de las plagas.
Fuente: Carm