La Comunidad Autónoma y el Gobierno de las Islas Baleares suman esfuerzos para optimizar acciones conjuntas de recuperación y conservación del medio natural. Así quedará plasmado en un Memorando de Entendimiento que el consejero de Medio Ambiente, Universidades, Investigación y Mar Menor, Juan María Vázquez, y el conseller de Agricultura, Pesca y Medio Natural, Joan Simonet, junto con el conseller del Mar y del Ciclo del Agua, Juan Manuel Lafuente, acordaron hoy.
El documento, similar al acordado con la Comunidad Valenciana hace algo más de un mes, establecerá unos principios de colaboración en relación al cuidado ambiental, “aunando esfuerzos en las posibilidades que ofrece la posidonia oceánica”, argumentó Juan María Vázquez. Durante la visita realizada por el consejero a las islas, los responsables autonómicos trataron, entre otros asuntos, sobre la colaboración y coordinación de estrategias para restaurar las praderas litorales, aprovechando que cuentan con importantes bancos de Posidonia oceanica.
Actualmente está en marcha la elaboración de una Estrategia regional para la restauración y potenciación de las Praderas de Fanerógamas Marinas de la Región de Murcia, “especialmente centrada en las dos especies más abundantes en nuestro litoral como son la Posidonia oceanica y Cymodocea nodosa, cuya inversión del Gobierno regional será de 343.308 euros hasta 2026”, destacó Juan María Vázquez.
“Esta estrategia tiene como objetivo establecer unas líneas de trabajo para implementar, bajo las directrices de científicos de la Universidad de Murcia, medidas de restauración para reestablecer sus funciones ecológicas en el litoral y fomentar la recuperación de las praderas, contribuyendo a garantizar la biodiversidad”, añadió.
“Y es que las praderas de Posidonia pueden ayudar a mitigar el cambio climático, al absorber dióxido de carbono, entre otras bondades. Es una de las joyas de las Islas Baleares, y también contamos con ellas en la Región de Murcia”, explicó Vázquez. Sus principales enemigos son el calentamiento global, los sistemas de fondeo por anclas, así como fondeaderos ilegales, entre otros. En la actualidad hay implantadas redes de seguimiento de posidonia en el litoral mediterráneo español en Cataluña, Baleares, Generalitat Valenciana, Región de Murcia y Andalucía.
Esta fanerógama marina tiene especial protección puesto que la Directiva Hábitats la considera hábitat prioritario de interés comunitario y está incluida en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial. A pesar de que esta legislación prohíbe que sea dañada, la contaminación y las agresiones hacen que se encuentre en regresión en muchas zonas, y es algo por lo que tenemos que luchar.
“Está prevista que la estrecha colaboración se plasme en actuaciones en áreas tales como programas de educación y sensibilización ambiental, investigación y monitorización, y la colaboración en la búsqueda de financiación y recursos para llevar a cabo los proyectos, buscando la eficiencia y la coordinación”, dijo el consejero durante su visita a praderas de Posidonia oceanica en las Islas Baleares.
El arrecife de posidonia de mayor envergadura del Mediterráneo se encuentra en Baleares, concretamente en el espacio protegido Ses Salines, entre Ibiza y Formentera. Está considerado el organismo más antiguo del mundo, ya que su origen data del Pleistoceno y se le asignan unos 100.000 años de edad.
Proyecto de restauración con la UMU en Águilas
El Gobierno regional realizará trabajos de restauración de las praderas de Posidonia oceanica, también conocida como Posidonia mediterránea en la bahía del Hornillo, en Águilas, para recuperar su alto valor ambiental en un espacio único de la Región de Murcia. Es un proyecto piloto, que se desarrollará en colaboración con la Universidad de Murcia, en el que se emplearán técnicas de trasplante de rizomas, y de plántulas germinadas en laboratorio, de la fanerógama marina.
“Proyectos similares de reintroducción de la pradera marina han demostrado ser una herramienta útil en técnicas de restauración, sentando las bases para disponer de tecnologías destinadas a evitar la pérdida de biodiversidad, contribuir a la compensación de la huella de carbono y potenciar los servicios ecosistémicos”, destacó el consejero.
Estas técnicas aumentan la transparencia del agua y retienen las partículas en suspensión, incrementando así la producción de oxígeno y secuestro de CO2, lo que favorece la descarbonización; sirven de hábitats para numerosas especies, entre ellas especies de interés comercial que potencia las pesquerías artesanales, entre otras cuestiones.
En los últimos años se han desarrollado proyectos e iniciativas que se enfocaban en la posibilidad de revertir el daño causado sobre estos importantes hábitats mediterráneos, mejorando así su estado de conservación. La Universidad de Murcia y el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados de Baleares iniciaron hace unos años, de forma pionera en el litoral de la Región de Murcia, el desarrollo de técnicas de reimplante con semillas para recuperar y expandir las praderas de posidonia oceánica.