Salvamento Marítimo está realizando trabajos de inspección y descontaminación del barco, a instancia de la Consejería de Fomento e Infraestructuras
La Consejería de Fomento e Infraestructuras desarrolla actuaciones para llevar a tierra el yate Jazmine, que está abandonado en el puerto de Águilas. El director general de Transportes, Costas y Puertos, Salvador García-Ayllón, dictó una resolución de urgencia para solicitar al propietario del yate, de 34 metros de eslora, que retire el barco del mar “porque se encuentra muy deteriorado y tiene peligro de hundimiento”.
En la actualidad, Salvamento Marítimo, a instancias de la Consejería de Fomento e Infraestructuras, está realizando trabajos de inspección y descontaminación del yate, con el fin de identificar los elementos peligrosos e inflamables que pueda tener y evitar posibles fugas. Para realizar estos trabajos se ha colocado una barrera antiturbidez para proteger el perímetro del barco.
Además, se está trabajando en reequilibrar el yate, ya que está escorado hacia la derecha, y en sellar las zonas donde pudieran detectarse posibles fugas.
Asimismo, la Consejería ha recabado informes de pescadores de la zona, Capitanía Marítima y propietarios de barcos cercanos sobre el estado y la situación del yate.
Si el propietario del barco no realizara las operaciones necesarias para sacarlo del agua, sería la Consejería la que lo realizaría subsidiariamente, con cargo al titular. García-Ayllón explicó que “esta operación no se ha podido realizar hasta que no se ha detectado una situación de peligro manifiesto de hundimiento, debido a la ausencia de herramientas jurídicas en la actual ley de Puertos, cuya modificación se está tramitando en la Asamblea Regional”.
El director general destacó que “durante el tiempo que lleva el barco abandonado la Consejería ha impuesto numerosas multas coercitivas al propietario por ocupación ilegal de un amarre en el puerto”.
El yate Jazmine fue un regalo del actor Richard Burton a su mujer, la actriz Elisabeth Taylor. El actor galés compró la embarcación al armador Aristóteles Onassis. Liz Taylor lo vendió y tras pasar por varios propietarios acabó abandonado en el puerto de Águilas.
Fuente: Carm