En un comunicado de prensa, la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Águilas denuncia que “hoy, 1 de octubre de 2024, se puede constatar el incumplimiento de la promesa dada por los políticos sobre el plazo de tres años para la vuelta del tren a Águilas”. Esta situación- subrayan los Amigos del Ferrocarril- no solo evidencia “la falta de compromiso por parte de las autoridades, sino que también refleja el desinterés por el desarrollo infraestructural de una región que ha estado esperando durante tres años un revulsivo económico y social crucial”.
Desde que se anunció el corte del servicio ferroviario, los ciudadanos de Águilas “han mantenido la esperanza de que el plazo dado se cumpliera, que esta iniciativa traería consigo beneficios significativos, como el aumento del turismo, la mejora de la conectividad y la generación de empleo. Sin embargo, a medida que los días se convierten en meses y ahora en años, esa ilusión se ha tornado en frustración y desconfianza”.
El tren no solo representa un medio de transporte, sino que simboliza el progreso, la modernidad y el acceso a oportunidades. La promesa de su regreso “fue acompañada de un discurso lleno de entusiasmo por parte de los líderes políticos, que prometieron un futuro brillante para la localidad. El tren del Siglo XXI, proclamaban. Pero hoy, el silencio y la inacción son los protagonistas de esta historia”, explican desde el citado colectivo aguileño.
“Es fundamental que, como ciudadanos, exijamos rendición de cuentas a nuestros dirigentes. La falta de cumplimiento de estas promesas no debe pasar desapercibida. Águilas merece que su voz sea escuchada, que sus necesidades sean atendidas y, sobre todo, que se cumpla lo prometido”, subrayan.
Cada día que pasa sin avances concretos es una oportunidad perdida para conectar a la comunidad con el resto del país, para fomentar el desarrollo sostenible y para revitalizar la economía local. “No podemos permitir que esta situación se convierta en otra anécdota más de desilusión política”.
En conclusión, el incumplimiento del plazo de tres años para la vuelta del tren entre Murcia y Águilas resalta una serie de preocupaciones significativas. Este tipo de retraso no solo afecta a la conectividad y movilidad de la región, sino que también tiene repercusiones económicas y sociales. Aquí hay algunos puntos a considerar:
1.**Confianza Ciudadana**: La falta de cumplimiento de las promesas por parte de los políticos puede erosionar la confianza pública en las instituciones. Los ciudadanos pueden sentirse burlados y pensar que sus necesidades no son una prioridad.
2.**Impacto Económico**: La conectividad ferroviaria suele ser un impulsor del desarrollo económico. Sin el tren, las áreas locales pueden perder oportunidades de inversión y turismo, lo que afecta el crecimiento de la comunidad.
3.**Inconvenientes para los Habitantes**: Los residentes que dependen de este medio de transporte para el trabajo, la educación o el ocio deben encontrar alternativas, lo que puede ser inconveniente y costoso.
4.**Falta de Transparencia**: La ausencia de información clara sobre las razones del retraso y el uso de los fondos FEDER crea un clima de incertidumbre y frustración. Las autoridades deberían proporcionar actualizaciones regulares para mantener a la comunidad informada.
5.**Necesidad de Responsabilidad**: Es crucial que los responsables rindan cuentas por los retrasos. La evaluación de proyectos y plazos debe ser una prioridad para garantizar que este tipo de incumplimientos no se repitan en el futuro.
“En este contexto, sería beneficioso que la comunidad local exija respuestas claras sobre el estado del proyecto y se organice para hacer oír su voz”, concluyen desde la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Águilas.
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