18/05/2022

La Comunidad inicia el procedimiento para declarar el búnker de la calle Pescador de Águilas como bien catalogado por su relevancia cultural

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El Boletín Oficial de la Región de Murcia (BORM) publicó, el pasado sábado, la Resolución de la Dirección General de Patrimonio Cultural por la que se incoa procedimiento de declaración de bien catalogado por su relevancia cultural a favor del Búnker o Casamata ubicado en la calle Pescador de Águilas.

La Comunidad Autónoma de Murcia ha resuelto hacer saber a los titulares de los terrenos afectados por la declaración que deberán conservar, custodiar y proteger los bienes, asegurando su integridad y evitando su destrucción o deterioro, conforme a lo dispuesto en el artículo 8, apartado 2 de la Ley 4/2007.

Con el objeto de asegurar la eficacia de la resolución definitiva que pudiera recaer, así como el buen fin del procedimiento, y según lo establecido en el artículo 56 de la Ley 39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas y el artículo 22 de la Ley 4/2007, se adopta como medida provisional la necesidad de solicitar autorización de esta Dirección General para cualquier intervención en el inmueble conforme a lo dispuesto en el artículo 50 de la citada Ley 4/2007.

La presente resolución no pone fin a la vía administrativa y contra la misma puede interponerse recurso de alzada ante el Excmo. Sr. consejero de Presidencia, Turismo, Cultura y Deportes en el plazo de un mes contado desde el día siguiente a su notificación, según lo dispuesto en el artículo 122.1 de la Ley 39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas y en el artículo 22.2 de la Ley 4/2007.

El citado Búnker se ha redescubierto recientemente en el interior de una parcela de la C/Pescador, en el término municipal de Águilas. Es semejante a otros búnkeres catalogados en el planeamiento municipal de Águilas, por lo que se propone su catalogación como bien catalogado por su relevancia cultural. Tiene unas características formales y constructivas muy similares a los catalogados en las playas de Calarreona y Matalentisco y, junto con otros búnkeres diseminados entre el término de Águilas y el borde de la provincia de Almería, formaba parte de la Línea Defensiva Costera de Águilas durante la Guerra Civil Española. Águilas, durante la guerra, estuvo adscrita a la Comandancia Exenta de Almería que abarcaba desde Cabo Cope hasta la línea de frente que, tras la toma de Málaga en febrero de 1937, se situaba en la Sierra de Lújar al este de Motril (Granada). La caída de Málaga motivó que las autoridades republicanas acelerasen la construcción de instalaciones defensivas en el litoral ante la inminencia de un posible ataque del bando sublevado. Se planificaron y se construyeron baterías de costa y antiaéreas, estructuras fortificadas (trincheras y búnkeres) refugios antiaéreos, se desarrolló la Defensa Pasiva y se vio la necesidad de contar con nuevos puestos de información y observación. En conjunto, estos trabajos se prolongaron hasta los primeros meses de 1938. En el litoral mismo de Águilas se construyeron búnkeres o casamatas para ametralladoras en Calabardina, en el Barrio de Colón (playa de las Delicias), Rocaor (playa de la Colonia), Casica Verde (en la playa de Poniente), en playa de Matalentisco y en Playa de la Tortuga (Calarreona), dentro de un sistema que tenía continuidad en el litoral almeriense. 

Este tipo de búnker, tiene planta cuadrada, con orientación noreste-suroeste, con unas dimensiones aproximadas de 5 x 5 m. Está re-excavado en el terreno, lo que mejora sus prestaciones defensivas y de mimetización. Responde al tipo de búnker o casamata habilitada para dos máquinas o ametralladoras. Se accede por un estrecho pasillo por el lado suroeste. El pasillo da a un habitáculo transversal de planta rectangular en cuyo frente se abren los dos senos que acogen las plataformas para el asiento de las ametralladoras; ambas están precedidas por una banqueta o rebanco para apoyo del tirador; en la parte posterior hay sendos depósitos para almacén de la munición. El espacio habilitado para el asiento de las ametralladoras está dividido por un muro de hormigón. Las troneras situadas en la parte frontal son rectangulares, de unos 0,20 m de altura. La losa superior de hormigón tiene unos 0,50 m de espesor; en su construcción se observan hierros compatibles con restos de raíles u otros elementos reutilizados.

F. M. Guerrero ha diferenciado cuatro tipos de casamatas en el área de la Comandancia de Almería. El caso que nos ocupa se encuadra en el tipo B de Guerrero, con seno doble para dos máquinas y sendos almacenes de munición en la parte de atrás. En general estos búnkeres se situaron en las propias playas o muy cercanas a ellas. Fueron construidas en hormigón en masa, u hormigón armado, como es el caso que nos ocupa, con el frente orientado hacia el mar y la entrada por la parte posterior. En todos los casos son de techo plano, y disponen de un perfil muy bajo, lo que favorece su mimetización con el entorno. Las obras se iniciaron entre julio y agosto de 1937. Los investigadores F. J. Fernández Guirao y J. de D. Hernández García consideran que el diseño de estos búnkeres se debe al ingeniero militar Federico Tenllado Gallego.  

Se deben mantener las características arquitectónicas del bien; no se permite ningún tipo de obra salvo las encaminadas al descubrimiento, protección conservación o acondicionamiento del mismo.

 

Foto de archivo 

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