La Consejería de Salud, a través de la Dirección General de Salud Pública y Adicciones, intensifica su labor de sensibilización a ayuntamientos y ciudadanía ante la proliferación de mosquitos, y del mosquito tigre asiático en particular, debido a las últimas lluvias.
La Comisión Regional para la Vigilancia del mosquito tigre asiático y la prevención de enfermedades asociadas presentó en su reunión anual del pasado 7 de mayo los resultados del plan de vigilancia y control de este insecto desarrollado en 2020 y sus propuestas para este año.
Así, está prevista la recogida de mosquitos adultos de los géneros Aedes y Culex para identificar mediante diferentes técnicas analíticas virus que pueden ser transmitidos por insectos, específicamente el virus de la fiebre del Nilo Occidental, del dengue, del zika y del chinkunguña.
La higiene ambiental debe realizarse tanto en el ámbito público, donde son competentes los ayuntamientos, como en el privado, donde deben desarrollarla los propietarios y usuarios.
Por ello, Salud recomienda a los ayuntamientos una serie de medidas para evitar los acúmulos de agua que puedan servir de focos de cría del mosquito, y realizar tratamientos adecuados. Por ejemplo, retirar de la vía pública todo tipo de basuras, latas de refrescos, cubos, botellas de plástico abiertas, entre otros, ya que cualquier recipiente que acumule agua puede ser un foco de cría del vector, así como revisar los imbornales de la vía pública y realizar tratamientos donde proceda actuar.
También campañas de concienciación a la ciudadanía para evitar los acúmulos de agua en sus domicilios particulares, especialmente en balcones, huertos y jardines, en los que hay enseres susceptibles de acumular agua, como platos de macetas, cubos, ceniceros, aljibes, bebederos de animales y soportes de sombrillas, entre otros. En este sentido, se aconseja retirar el agua, darle la vuelta a esos recipientes o renovarla con regularidad.
Medidas preventivas para evitar enfermedades
Conocer los virus y bacterias que conviven en el entorno y que se transmiten al hombre, especialmente las nuevas o emergentes, es vital para iniciar medidas preventivas que eviten la diseminación de estas enfermedades.
Esta vigilancia se gestiona desde la Unidad de Zoonosis del Servicio de Seguridad Alimentaria y Zoonosis y desde el Servicio de Sanidad Ambiental, en colaboración con las corporaciones municipales y con expertos de la Universidad de Murcia.
Fuente: CARM