Ante la temporada de baño que acaba de comenzar, se recomienda extremar la prudencia y no dejar a los niños solos en el agua
En el caso de las personas mayores, se aconseja no sobreestimar su capacidad física y no alejarse de la orilla
La Consejería de Salud ha elaborado un decálogo de recomendaciones para prevenir accidentes relacionados con el baño en playas y piscinas durante el verano. El director general de Salud Pública y Adicciones, José Carlos Vicente, destacó que “la temporada de baño se extiende, a efectos de su control sanitario, cinco meses del año, pero durante el verano se realizan más actividades de ocio y deporte en el agua, además del baño refrescante, como respuesta natural a las altas temperaturas”. Todo ello, “aumenta el riesgo de ahogamientos y de otras lesiones graves, como los traumatismos craneoencefálicos y lesiones medulares, que queremos evitar con estos consejos”.
Vicente recordó que “cada año fallecen más de 400 personas en España como consecuencia de ahogamientos. En el caso de los niños la mayoría tienen lugar en piscinas, mientras que las personas mayores sufren más este tipo de accidentes en el mar, por lo que se debe extremar la prudencia”. Por ello, incidió en la necesaria vigilancia de los menores y el acompañamiento a los mayores en el mar, donde las corrientes marinas pueden ejercer una fuerza inesperada. También hizo hincapié en la atención a personas de cualquier edad que presenten algún tipo de patología previa que haga necesario un especial control del baño.
Los niños, nunca solos
Uno de los principales factores que hay que tener en cuenta es que un niño pequeño puede ahogarse en muy poca cantidad de agua, como dos centímetros en una bañera o una piscina hinchable, por lo que no hay que dejarlos nunca solos. La piscina donde se vaya a bañar el niño ha de contar con las adecuadas medidas de seguridad (socorrista, vallado perimetral), para que los pequeños no puedan acceder libremente.
Los menores deben estar vigilados en todo momento cuando estén en el agua o jugando cerca de ella. Si el niño no sabe nadar o no nada bien es necesario ponerle un chaleco salvavidas de flotación a la hora de bañarse o practicar un deporte acuático. Los flotadores hinchables no son recomendables.
En la playa, es preceptivo respetar y hacer respetar las normas de seguridad, por lo que hay que enseñar a los niños el significado de las banderas y nunca bañarse si está roja. Con menores, es mejor bañarse siempre en playas con vigilancia, nunca en zonas donde no está aconsejado y respetando siempre las indicaciones de los socorristas y las señales de peligro a través del código de banderas de colores.
Mayores
Más del 35 por ciento de las personas que fallecen por ahogamiento son personas mayores de 65 años, por lo que se aconseja seguir unas sencillas recomendaciones, como respetar las banderas y las indicaciones de los socorristas.
Es importante no sobreestimar la condición física ni la capacidad para nadar. En el mar, si la persona mayor se encuentra cansada o tiene dificultad para regresar a la orilla, debe nadar de espaldas moviendo las piernas solamente hasta llegar cerca de la orilla. Se recomienda a los mayores meterse en el agua siempre acompañados, no alejarse de la orilla y nunca bañarse en zonas donde esté prohibido. También se aconseja salir enseguida del agua si se encuentra cansado o siente frío.
El consumo de alcohol antes del baño disminuye la capacidad de reacción ante un peligro y puede propiciar conductas que pueden poner en riesgo la salud. Bañarse de noche es muy peligroso, ya que si ocurre un contratiempo nadie puede percatarse.
Control sanitario de aguas de baño
Durante la temporada de baño en la Región, del 15 de mayo al 30 de septiembre, la Consejería de Salud desarrolla su programa de Control Sanitario de Aguas de Baño, basado en la realización periódica de inspecciones visuales del agua y arena y toma de muestras del agua en las 84 playas censadas a efectos de vigilancia sanitaria. La frecuencia es quincenal en todas las playas y semanal en varias playas del Mar Menor.
Para tranquilidad de los bañistas, existe un Protocolo de Alerta para intervenir rápidamente y prohibir el baño cuando se observan incidencias que puedan afectar a la salud de los bañistas, como vertidos de tierra a mar, por ejemplo, crecidas de ramblas, descargas de una red de alcantarillado tras lluvias torrenciales o vertidos accidentales o inadvertidos de la red de alcantarillado.
Para mantener una vigilancia permanente sobre las aguas de baño se han programado servicios de inspección de guardia todos los días de la semana a fin de detectar incidencias y generar una respuesta rápida.
Durante el verano se intensifica el Programa de Control Sanitario de Piscinas, ya que es esta época estival cuando abren al público la totalidad de las piscinas abiertas de titularidad pública y privada al menos dos meses. La Consejería realiza visitas periódicas para comprobar las condiciones higiénicas y de seguridad de las instalaciones, la calidad del agua de baño y el deber de información al público sobre medidas de higiene y comportamiento a tener en cuenta por los usuarios.
Un protocolo de alerta se encarga de la detección de incidencias y prevención de sus efectos, como ahogamientos o brotes por contaminación de agua, para poder averiguar el origen y establecer las medidas correctoras.
Fuente: Carm