El Águilas Fútbol Club empató por un gol a uno ante la Unión Molinense Club de Fútbol en el encuentro disputado en El Rubial y correspondiente a la jornada cinco del campeonato en el Grupo XIII de Tercera Federación. Un gol de Dani Pérez en la última jugada del partido dio a los blanquiazules un punto de cordura -que no de justicia- en un duelo en el que los locales contabilizaron ocasiones de sobra para ganar, pero que estuvieron a punto de perder por un gol (en el único tiro de los visitantes, por cierto) de Nico en el 89’. Pese al empate, los hombres de Sebas se mantienen en la segunda posición de la tabla, aunque ya a cuatro puntos del líder, La Unión Atlético.
El fútbol no hay quien lo entienda. Así hemos titulado la crónica y así la hemos empezado porque no hay mejor resumen posible para lo acontecido esta tarde en El Rubial. Si no han asistido, verán en los próximos días el resumen del partido y se harán la misma pregunta que cualquiera que se personase hoy en el estadio más histórico de España: ¿cómo es posible que el Águilas no sumase tres puntos? Y, muy probablemente, la única respuesta que se les ocurra es que, en el fútbol, para ganar, hay que hacer más goles que el contrario. Es de Perogrullo, sí, pero es que este deporte es así de simple… y a la vez inteligible.
Al minuto 2’ de partido, sin ir más lejos, la parroquia local ya había gritado “Uy” dos veces: en un libre directo botado por Góngora y en un disparo, en el córner inmediatamente posterior, de Víctor Fenoll. El propio lateral malagueño estrelló un balón contra el larguero en otra falta en el 13’, al tiempo que Hugo empezaba a convertirse en el héroe de los visitantes salvando una acción clarísima ante el malí Sandji Baradji cuando ni se había superado el minuto 20’ de encuentro. Y sobrepasada la media hora, otras dos ocasiones (de nuevo Sandji Baradji y Álex Peque a continuación) para los blanquiazules que se esfumaban. 0-0 al descanso y la impresión de que el resultado ya era tremendamente injusto para el Águilas.
La segunda mitad, por otro lado, no hizo más que acrecentar esa sensación, con otras siete oportunidades de gol para los blanquiazules que se quedaron sólo en eso. Aitor Pons protagonizó tres de ellas (una, salvada por Hugo sobre la misma línea, especialmente clara), Junior Loussoukou una, Góngora otra, Sandji Baradji y Diego López. Mención honorífica merece la de este último, pues el guardameta rival sacó con reflejos felinos un mano a mano ante el uruguayo. Nada se movía. 0-0 pese a la sucesión interminable de goles potenciales desaprovechados.
Y si el resultado ya no había por donde cogerlo, todo saltó por los aires en el 89’. Nico, que había entrado apenas dos minutos antes, se aprovechó de un grave error de los blanquiazules para armar un zapatazo desde el centro del campo que se coló por la escuadra. Seis de descuento en la tablilla y, con el Molinense relamiéndose y el Águilas frustrantemente desesperado, llegó el empate. Y fue a cargo de un central y en, literalmente, la última acción del encuentro. Casi apuró línea de fondo y sacó un centro tenso que Dani Pérez introdujo en la portería en el 96’. Segundos después, Alcaraz Bernal pitó el final y el marcador reflejó un 1-1 que a esas alturas ya no contentó a nadie. Así que lo dicho, que alguien intente explicarlo, porque el fútbol, repetimos y concluimos, no hay quien lo entienda.
Águilas Fútbol Club: Iván Buigues, Blas, Ramón Arcas, Dani Pérez, Góngora, Óscar Castro, Sandji Baradji (Junior Loussoukou, 63’), Cristo Martín (Casi, 88’), Víctor Fenoll, Álex Peque (Diego López, 63’) y Aitor Pons.
Unión Molinense Club de Fútbol: Hugo, Iván Zaragoza, Matallana, Abel (Nico, 86’), Marco (Champi, 49’), Carlos, Garnés, Txiki, Juan Martínez (Feli, 49’), Renato (Iván, 30’) y Samu.
Árbitro: Alcaraz Bernal. Amonestó a Abel, Champi e Iván Zaragoza (Molinense).
Goles: Nico (0-1, 89’) y Dani Pérez (1-1, 90+5’).