24/12/2019

Una Navidad en pro de nuestro planeta y de nuestras relaciones afectivas

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Un año más llega la Navidad a nuestro pueblo, las calles se llenan de luces y aumenta el bullicio en la glorieta y en los bares. Vamos cargados de bolsas, con regalos para todos aquellos que queremos. Juguetes, ropa, maquillaje, juegos, perfumes, joyas… Regalos de todo tipo. No es un buen momento para ser ecologista, sin duda.

Sin embargo, aún hay algunos pasos que podemos dar en pro de nuestro planeta y de nuestras relaciones afectivas. Vamos a verlos.

Primer paso: Si vas a comprar

-Lleva bolsas de casa cuando vayas a comprar regalos. No pidas que te los envuelvan. Allá donde voy oigo la frase: ¿Me lo podéis envolver? Durante años, para mí, ha sido una pregunta mecánica “compro un regalo, le pido que me lo envuelva”. Pero si nos paramos un segundo a pensar, tiene mucho más sentido si lo envolvemos nosotros en casa. Se puede reutilizar el papel de la publicidad que tenemos en los buzones. Quizá puedas decirme que no queda tan bien, lo acepto. Pero, para la función que tiene y el tiempo que se usa, es lo más coherente. Puede parecer una tontería, pero envolverlo nosotros mismos le añade más valor al regalo. ¿Acaso no te hace ilusión recibir un regalo y que lo haya envuelto quien te lo ofrece? Personalizarlo con algún mensaje y su nombre es aún mucho mejor. Se puede coger cualquier cartón que tengas por casa para escribirlo.

Segundo paso: Si buscas algo diferente

No hay por qué regalar objetos. Tenemos muy interiorizado el objeto debajo del árbol de Navidad, pero no es imprescindible. Veamos algunas alternativas:

  1. ¿Qué regalar a niños?

 Los niños no necesitan decenas de juguetes. Los niños necesitan las atenciones de sus familias, alguien que se siente y juegue con ellos, necesitan ser escuchados y sentirse amados. Las familias regalan objetos, juguetes, año tras año, y los niños se acostumbran a ese premio de consolación: “mis padres no se sientan conmigo a jugar, pero al menos, para compensar, me traen un juguete para que juegue yo mismo”. El niño se acostumbra y pide juguetes, a menor atención recibida en casa, más juguetes piden. Puede sonar brusco, pero así es. De hecho, un regalo estrella es la tablet: el niño se sienta con ella “y no molesta”. No importa cuánto nos expliquen lo perjudicial que es para el desarrollo de su cerebro, miramos para otro lado.

 Un buen regalo para un niño es sentarse cada día con él y jugar con él. Se le puede enseñar a jugar a juegos como el cuatro en raya, el quién es quién, el ajedrez, o a hacer puzles. Juegos en los que se necesiten dos personas mínimo, y así jugar juntos. Puede que vuelva a hablar de un juguete, pero es preferible que, ya que se regala, se regale un juguete con el que pasemos tiempo con él. El tiempo que pasamos de calidad jugando con los niños, es el mejor regalo que les podemos hacer, y no sólo en Navidad. También se pueden crear en casa con el propio niño a partir de objetos reutilizados. Ese tiempo juntos también es parte del regalo.

Cuando los niños son sobrinos o primos, una buena idea es llevarlos al cine, al parque, a la playa a correr por la arena. Son actividades que suelen hacer los padres, pero no tiene por qué. Pasar tiempo con ellos es lo mejor que les podemos ofrecer. En Águilas, los días de viento moderado, también se puede sacar la cometa y volarla en la playa. Fabricar una cometa, con la persona que quieres, es crear un buen recuerdo para toda la vida.

  1. ¿Qué regalar a adolescentes y/o jóvenes?

 Las necesidades del adolescente o joven son muy parecidas a las del niño, estas son, ser escuchado y sentirse amado y respetado. Hablar con ellos y preguntarles qué necesitan puede parecer de locos, sin embargo, es lo más lógico. Si les permitimos hablar, los conoceremos mejor y sentirán que pueden contar con nosotros. No hace falta ir muy lejos: recuerda cuando eras adolescente qué regalos te hacían y si te gustaban. En mi caso, lo típico era un estuche de maquillaje (que se quedaba años sin usar)  o una colonia que no me gustaba del todo. Preguntarles qué necesitan es dar un paso a acercarnos a ellos.

  1. ¿Qué regalar a adultos, que, además, ya tienen de todo?

Es una pregunta difícil de responder, pero si vamos más allá de las típicas respuestas que todos sabemos (“depende de quien sea”, “un perfume”, “una bufanda”), podemos aportar algunas ideas.

-Una cena/comida en un restaurante especial, y con especial quiero decir que le guste mucho o que nunca haya estado.

-Un día en un lugar especial. Puede ser pasar un día en el campo, o pasar un día en alguna ciudad que le guste. Se puede ir en tren.

-Una sesión fotográfica. Si le gusta que le hagan fotos, puedes regalarle tu tiempo haciéndole todas las fotos que quiera en un lugar bonito. Según presupuestos, puedes hacerlas tú o buscar un profesional.

-Una estancia en un spa. Es una experiencia relajante que va a recordar siempre.

-Una estancia en un hotel. Si, por ejemplo, le gusta una ciudad concreta, puedes regalarle una noche de hotel allí para que viaje con su pareja o con algún familiar.

Espero haber conseguido transmitir mi mensaje: en Navidad puedes regalar cualquier cosa, pero lo más importante no es el regalo en sí, lo más importante es que uno se sienta valorado y amado a través de ese regalo, que puede ser un objeto o mucho mejor, un tiempo juntos. En el fondo es lo que todos buscamos: ser amados por aquellos a quienes amamos.

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